miércoles, 27 de octubre de 2010

Anatomista

Hace bastante que vengo haciendo apuntes mentales para resumir mi balance respecto de la toma de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Toma que se llevó a cabo durante 45 días en el 2do cuatrimestre de cursada del año 2010. Esto es "Anatomía de la toma".[1]
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En mis 9 años de cursada, ninguna otra toma de la facultad me había afectado anímicamente. Quizás porque como es la última instancia de reclamo que se tiene en calidad de estudiante, solo atravesé la del rectorado en 2002 ó 2003 y una breve de FSoc por el 2004 ó 2005. Quizás me afectó porque, justamente, ya son 9 años (8 + CBC) y uno ya quiere ir despidiéndose de FSoc lo más pronto posible con la menor cantidad de obstáculos a superar. Para los conocedores de los movimientos revolucionarios sesentistas estarán acostumbrados a la metodología de la Toma pero yo no tenía mucha idea de lo que implicaba. Para los de mi generación y menores les cuento que –a mi entender- la toma de una institución o entidad implica el apoderarse no sólo de la institución a nivel infraestructura sino también del control de sus actividades. Como un Golpe de Estado. Que la facultad esté tomada implicaba un cese total de las actividades administrativas y/o académicas: desde la limpieza hasta la firma de actas de tesinas pasando por el dictado de las clases, justamente porque el personal ("de planta" por llamarlos de alguna forma) está impedido a ingresar[2]. Las direcciones de la carrera, por ejemplo, estaban abarrotadas para evitar el ingreso. La toma implica también una constante guardia por parte de aquellos que conquistaron la institución justamente para evitar la perdida de ésta.

También hay una realidad que vale la pena destacar y para ésto voy a citar a uno de mis profesores que intentó no frenar su dictado de clases a pesar de la medida, Pablo Alabarces dijo: "cuando hay una toma, cuando hay un reclamo, hay una causa y una razón a ese reclamo que merece ser escuchado y no ignorado".

Lo que el cuerpo de estudiantes de la facultad de sociales reclamaba específicamente a través de la toma era el edificio único de la facultad que desde que ingresé por allá por el 2002 se viene prometiendo y muy muy de apoco se va haciendo visible; el pedido del Centro de estudiantes de $80.000 para becas; el bar/comedor de la sede Constitución que habían “construido” por la fuerza a partir del aula 6.

Algunos de los interrogantes que surgieron a partir de la toma era el tema de timing. ¿Por qué reclamar ahora, si hace 8 años que lo venimos reclamando? ¿Había cierto oportunismo de reclamo al subirse al ruido que generaron los secundarios? Otros pueden contestar a ese interrogante diciendo "¿Y Por qué no? si hace 8 años que nos vienen bicicleteando". La realidad es que hubo un supuesto puntapié que fue la rotura de un techo/vidrio/ventana en la sede de Marcelo T de Alvear que hizo que la necesidad se hiciera más latente. Como cuando aquella vez hará hace 2 años se cayó una viga y salimos todos con cascos de construcción a marchar al Ministerio de Educación en Pasaje Pizurno con el sarcasmo y la ironía que eso conlleva.

Si quisiéramos ponernos quisquillosos (como nos pondríamos con un empleador), a esos puntos también le podríamos agregar otras cosas más, como que los ventiladores no se balanceen cuando están prendidos y hagan ruido que te distrae, además de amenazarte de que te va a cortar la cabeza si se cae de ese cablecito que lo sostiene. Podemos agregar algunos abanicos o aires acondicionados para las estaciones de primavera y verano y evitar las bajas de presión o los desmayos en los pasillos en instancias de finales. También le podemos agregar inodoros dignos, destapados, con papel higiénico y agua que se lleve los desechos. Podemos pedir que las comisiones no estén sobre pobladas de manera tal de llegar a escuchar lo que dicen los profesores y no tener que sentarse en el piso porque no alcanzan las sillas en horarios pico. Ergo, que haya más comisiones, por ende, más profesores (pagos). Que los ascensores funcionen sobre todo para aquellos que no tienen capacidades de subir escaleras. Que haya una biblioteca con libros y no una sala de lectura en la sede de Ramos. Ni hablar de algún espacio con computadoras y/o otros medios de comunicación complementarios y alternativos a la isla de TV y Video y el estudio de Radio, no? Si quisiéramos, podríamos agregar una gran lista de reclamos más, porque esas son las condiciones en las que los estudiantes de FSoc están completamente acostumbrados a formarse como profesionales. Así que, sí, “donde hay un reclamo, hay una necesidad”, eso no lo ignoremos.

La cosa es que distintos movimientos estudiantiles y centro de estudiantes elegido en elecciones democráticas intra facultativa convocaron a todo el cuerpo estudiantil a una Asamblea, tal día, a tal hora y en tal lugar y se votó por que se tome la facultad. Y, ante esto, las autoridades de la facultad debían entrar en instancias de negociación del reclamo. Pero claro, no todo se hace de un día para el otro. ¿Recuerdan el corte del campo? Hayan estado a favor o en contra, ¿recuerdan que había varios egos encontrados? Que "así no me lo vas a pedir", que "levantame el corte y nos sentamos a hablar", que "te lo levanto cuando lo resolvamos" y así pasábamos por el huevo o la gallina ida y vuelta.  Bueno, lo mismo pasó en las instancias de "hablo-no hablo"; "me junto así pero no asá" entre las autoridades de la facultad y los "tomistas" (por llamarlos de alguna forma).
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Y mientras tanto, mientras tanto... ¿Qué pasaba en FSoc? Como el dictado de clases no era mandatorio ni obligatorio por parte de los docentes, cada una de las cátedras y hasta quizás ni siquiera las cátedras[3], sino los profesores de cada una de las comisiones decidían si iban a dar clases en el transcurso de la toma para evitar que los estudiantes pierdan contenidos. Y, además, para evitar tener un edificio tomado vacío de estudiantes, ¿no? Dependiendo entonces de:
  • las ideologías o corrientes políticas más afines de los profesores; y/o
  • los requerimientos técnicos o infraestructura que se necesitara para el dictado de las mismas, o hasta incluso
  • simplemente del clima,
los estudiantes podían o no tener clases.

La "mecánica" o proceso de cursada o no cursada, se daba recibiendo algún comunicado extraoficial a través de un mail donde el/los profesores avisaban si daban o no clases y a partir de esto, los alumnos iban a la puerta de facultad y consultaban unas pancartas donde estaban asignados los lugares para cada comisión que se presentaba a dar clases. Si el clima ayudaba, los espacios-aulas estaban delimitados por árboles con N cantidad de sillas sobre la calzada de la calle Ramos Mejía o Franklin.
Si el clima no ayudaba, entonces pasábamos a la verificación de si la toma era a "Aulas abiertas o cerradas". Otra cosa que también se evaluó, analizó y definió en el marco de las asambleas semanales posteriores a la definitoria de la toma.

Para algunos acostumbrados al ecosistema de FSoc, no habrá mucha diferencia entre un aula o un pasillo, pero era un tema bastante polémico también. Porque con el solcito y los árboles y los pajaritos primaverales, todo muy rococó: aprovechamos y mientras que los buenos profes dan clases, tomamos sol, la comunidad del barrio aprovecha para aprender un poco de contenidos académicos  de gran envergadura a domicilio, los chicos tomistas reclaman y resguardan las barricadas del edificio conquistado y el resto de los alumnos que no sabe muy bien de que se trata todo legitima al reclamo y la medida asistiendo a las clases publicas, cortando la calle y tomando apuntes[4], etc... Pero! Cuando se viene el agua... o el viento, baja la sensación térmica pero suben las pulsaciones... y en la asamblea se había votado que fuera a aulas cerradas "porque sino todos los estudiantes se ponen a cursar como si nada estuviera pasando, cuando lo que está pasando es que se está llevando a cabo la medida más drástica que se puede llegar a tomar ante un reclamo".[5] Ahí entramos en conflicto.
Porque empezaban a aparecer opiniones como:
-"¿De qué asamblea me estás hablando? ¿Quien voto qué? ¿Cuando se hizo qué?"
-"ah bueno, si no participás en las asambleas después no te quejes de las decisiones que se toman de forma democrática".
-"Si me hacés una asamblea en horario de cursada o de trabajo no puedo participar".
-"Dejá de cursar un día y de preocuparte solo por vos y vení a votar"
-"Si me manipulas las asambleas para que se vote a las 3am la votación de por sí no es nada democrática ni representativa".

Voy cerrando por ahora. Lo que queda claro es que a medida que iban pasando las semanas sin clases y sin vistas de resolución, iban apareciendo mitos de perdida del cuatrimestre y se hacía más latente la necesidad de participación en los procesos de toma de decisión de cómo se iba a llevar a cabo el plan de dialogo, negociación y resolución del conflicto planteado.

[1] parte1. para que la lectura no sea muy pesada y escuchar feedback.
[2] Me pregunto el señor de seguridad bajo qué área reportará, ya que él sí podía entrar y atender el teléfono pero quizás iba porque quería y los chicos tomistas lo dejaban. No sé.
[3] hasta esto trajo polémicas de cátedras autoritarias, poco democráticas! Y sí, somos Fsoc!
[4] al menos así lo veo yo.
[5] Golpe de Estado facultativo y muchos de nosotros no nos dábamos cuenta.