Despedida

Historieta

Por el 2003 entré por primera vez a Rapp: Mientras Mati trabajaba algunos fines de semana yo estudiaba alguna materia de mi 1er año de facultad. Era la época en que se hacían esas piezas corpóreas de worldcom con el puntero láser, de Ale Moyano y un peladito como dupla creativa + Mati (que años después terminó siendo el “fundador” de Rapp digital). Ahora me pongo a pensar que quizás ésa haya sido la primera “tripla” de la industria del MD. Liderados por esos tres socios: un “hijo prodigo” de la publicidad y otros dos que yo no registré. -Este es el momento de levantar la mirada del monitor y mirar a sus alrededores y hacer un simple calculo: una tripla en el 2003… sumen los que son ahora y saquen el % de crecimiento… a mi me da como un 700%,  dividido 8 años, estamos a un 95% de crecimiento anual!- y díganme si no es para sorprenderse.

Uno de los tantos cuentos que me contaba Mati es que uno de los socios fumaba tanto que le tenía que dar los packs de cigarrillos a la recepcionista para que se los administre y racione. Era la época en que creatividad y producción (aquel señor de bigotes y el chico que cantaba Queen y le ponía bastante onda a la oficina) estaba abajo, al lado de la cocina en el edificio de Marcelo t. Era la época en que se apostaban fichas de café y cigarrillos por los partidos de futbol. Época en que yo llamaba para hablar con él y me atendía una recepcionista loca con un headset, muchas veces desde el ñoba. Y cuando el fantasma solo se dedicaba a cerrar ventanas y hacer ruidos de tipeo.

Seguramente otros puedan contar la historia mejor que yo… porque medio que le perdí el rastro a la agencia… Tombolini de licencia, llegaron más chicas a cuentas,  después llegó Connie para un proyecto divino que era Mams & Babies y más, Paulina a creatividad y en algún momento terminaron todos en el piso de arriba, donde antes había estado el Sr. Aldo y su equipo. También en algún momento apareció Juan y su Age, Chas, Dolera y Tchuvarov, con el proyecto Heineken en el horizonte.

En el 2004 entré a Sub1, empresa en la que estaba aquel Sr. Pedro pero ya había dejado de fumar. Imposible dejar afuera esos 2 años que forman parte de mi historia: con gestaciones de “primos” como MovilCarga, Meflur, Subtech do Brasil, de Chile, de México, Mobile2Biz, Total salud! Relaciones públicas con brasileros y muchas millas en vuelos que Pedro hacía físicamente y yo a control remoto desde mi nave que en ese momento era una Palm, un Nextel y una vista al rio desde las oficinas de Alem. Desde ahí corrimos cuando nos enteramos del primer incendio en marcelo t.

A fines del 2006 Pedro me dio la oportunidad de seguirlo hacia las oficinas de Interbrand y allí nos instalamos durante casi un año. Donde tanto Máximo como Diego y las chicas de belgrano me recibieron con los brazos abiertos. Había sobremesas y happy hours muy divertidas entre Maqui, Pili Paris, Mili Campos, cigarrillos con Flor Bianchi y la recientemente incorporada al equipete de aquel entonces  Lucianita Torres.

 

Era el período de Rainuzzo presidente de AMDIA así que hacía las jornadas de trabajo super interesantes y dinámicas. Ahí es donde aprehendí con ejemplos lo que era la sinergia y la actitud emprendedora de personas individuales en pos de una industria.

Después me instalé por un tiempo abajo de las oficinas de Porter en Marcelo t. donde compartíamos pared con Ine Zulberti y una loca llamada DelPino que estaba siempre más alterada que yo porque tenia que hacer una presenta en 5 minutos (Y lo mejor de todo es que la sacaba!). Era la época en que yo entrevistaba a los clippers y los helpdesk y conocía por vez primera a Rocío de Porter, “Mili C” y Cele Cursach. Era la época en que Máximo y Chas por el orgullo personal me ayudaban a conceptualizar una campaña de la facultad porque la profe se había empeñado en rebotarme todo.

Por fines del 2007 había una directora que se llamaba igual que yo, que frecuentaba mi cruz y la de DelPino y vió en mí una oportunidad para cubrir la vacante en la cuenta de Femsa. Así fue como dejé de torturar a los socios por un rato para pasar a molestar a Ine Berna, Gabi Bouret, Caffarelli y Barbi (que era mi wing-woman).

Desarrollo

A partir de ahí varios conocen los desenlaces: un par de bajas en el equipo hicieron que me fogueara con los clientes y que creatividad me pegara tres o cuatro cachetadas; hice un master en administración de bases de datos, desarrollé un sorprendente gusto por los los números y se me hinchó el cerebro desarrollando la web de coca (primer brief del Dr. Vittori). Además, inspirada por una cuasi freak curiosidad y ayudada por una gran paciencia del Ing. Morrone me inmiscuí dentro de los modelos económicos, las variables comerciales y las proyecciones de ventas hasta altas horas de las tardes.

Tampoco me olvido que con mi juniority y mis 24 años fui la acompañante de Connie y Pedro en el viaje a la planta de Monresa en Uruguay, superando presentaciones en aeroparque, madrugrada de hotel y cenas corporate.

Y todavía tengo grabada en la memoria aquel llamado de Connie a la mañana avisándome que “nos incendiamos” en el 2008… Con Lupe y Leto como equipo titular de coca hacíamos conferencias por skype cada uno desde su casa y todo funcionaba como un relojito suizo… Enseguida nos mudamos al 3ro y tiempito después se vino la novedad del convenio pepsi y el posible éxodo a belgrano.  

Ya asentados en reconquista y con la cuenta de coca de salida y LaAge como refugio, tuve además la posibilidad de pispear los modelos de negocio de molinos, pepsi, roche, cable & wireless, directv, oster, philips y un par más… bajo las alas de lupe, gabi, lore y finalmente noe. Medina solamente me tocó como coequiper para imitar a Ramigo y Scalise en la charla que dimos en la UBA, iniciando nuestra carrera como capacitadoras :)

Fin

Como verán, dejando a un lado todos los contextos personales que acompañaron mis relatos (yesos, hospitalizaciones, focos de incendio, noviazgos, muuucho estudio, viajes, y más)  son muchos los momentos, los recuerdos y las anécdotas que guardo en la memoria de elefante y petaquita de corazón.

Hoy me voy con la convicción y la tranquilidad de haber dejado todo lo que pude en la cancha. Sin pena, y without any regreat, porque sigo creyendo en ese horizonte sinérgico. En que el rol que cada uno cumple en su día a día aporta un ladrillo más a ese % de crecimiento, que por relación directa impacta e impactará en nuestro bienestar personal.